La segunda Asamblea Anual de Pastaza Kikin Kichwa Runakuna PAKKIRU reunida en la comunidad Jaime Roldós, cuenca del río Curaray, con la participación de más de 400 representantes de los 15 Pueblos, Comunas y Asociaciones, mantuvo un debate profundo sobre la realidad política y organizativa de la provincia, la región y el país para tomar decisiones colectivas sobre temas organizativos, territoriales, económicos, políticos y sociales de interés para nuestras comunidades. 

Como Pueblo Kichwa de Pastaza, miramos con preocupación como las agresivas políticas del gobierno nacional amenazan nuestros territorios producto del avance acelerado de la frontera extractiva, principalmente con la apertura del catastro minero y el anuncio de una nueva ronda de licitación petrolera en el centro sur amazónico. En este sentido, el espíritu de las resoluciones tomadas en la Asamblea se centra en ratificar la declaratoria del territorio Kichwa como Kawsak Sacha como fundamento filosófico y político para alcanzar el Sumak Kawsay de todos los ayllukuna, así como la construcción del Ñukanchik Kikin Ushay Kawsay – Autonomía y autodeterminación de la nacionalidad Kichwa de Pastaza.

Por tanto, rechazamos los planes extractivos del Gobierno Nacional sobre la reactivación de la Ronda Suroriente que afectan el 94% del territorio Kichwa y nos ratificamos en mantener el petróleo bajo tierra, que es la Allpawira “sangre de la tierra” en el que habitan los seres protectores del Uku Pacha. Alertamos a la comunidad internacional y a las empresas petroleras que no hemos dado ni daremos nuestro consentimiento para que se autorice la exploración y mucho menos la explotación de nuevos bloques petroleros.

Asimismo, rechazamos rotundamente la apertura del catastro minero, decisión que nunca fue consultada y que pone en peligro directo a nuestra vida y a los territorios de los pueblos y nacionalidades de la Amazonía y del Ecuador y la imposición de la franja de amortiguamiento dentro del territorio Kichwa de Pastaza, en el marco de la declaratoria de la Reserva de la Biosfera y la zona intangible del Parque Nacional Yasuní. Como custodios del corazón de la selva amazónica, quienes día a día protegemos los bosques con el trabajo cotidiano de apamamas, apayayas, warmis, karis, maltakuna y wawakuna, exigimos el respeto y reconocimiento de nuestra posesión y uso ancestral dentro del parque nacional Yasuní (10 km al margen derecho de la cuenca del río Curaray) porque milenariamente ha sido nuestro espacio de vida. Todo proceso que se realice en este territorio se hará obligatoriamente con el consentimiento previo, libre e informado del pueblo Kichwa, de acuerdo a nuestra ley propia. Lucha y resistencia. 

Ante la estrategia geopolítica emprendida por los gobiernos neoliberales en todo el continente, como pueblos organizados y pertenecientes a la estructura del movimiento indígena, rechazamos las pretensiones del gobierno y la Asamblea Nacional de instalar bases militares extranjeras en nuestros territorios y dar paso al Proyecto de Ley Orgánica para “desarticular la economía criminal vinculada al conflicto armado interno”, que amenaza a nuestros territorios y pone en riesgo a nuestros Tayak Runakuna (guardia indígena) y Kurakas, quienes corren riesgo de ser investigados, perseguidos y criminalizados por el supuesto cometimiento o la creación de nuevos delitos penales. Alertamos a las entidades nacionales e internacionales que en el territorio de la nacionalidad Kichwa de Pastaza está prohibida la militarización. Exigimos que la Corte Constitucional haga el control respectivo para que se respeten nuestros derechos.

Finalmente y siendo respetuosos de los principios organizativos de nuestras organizaciones madres, hacemos un llamado a la CONFENIAE a retomar el sendero organizativo y los principios de lucha para fortalecer la defensa de los derechos colectivos y no caer en acuerdos políticos inconsultos ni coyunturales, de los cuales nos deslindamos por estar alineados a la política partidista que nos divide. En este sentido, rechazamos la injerencia del gobierno nacional para fraccionar al movimiento indígena del Ecuador así como cualquier intento de interferir en las decisiones colectivas que tomaremos junto a los Pueblos y Nacionalidades del Ecuador en el próximo Congreso de la CONAIE.

Con claridad decimos que si las empresas transnacionales y los gobiernos de turno pretenden imponer sus agendas en nuestros territorios, el único camino que nos queda es la lucha y la resistencia. Kawsak Sachamanda, Sumak Kawsaymanda, Jatarishun!

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