La Organización de la Nacionalidad Waorani de Ecuador (NAWE), la Asociación de Mujeres Waorani de la Amazonía Ecuatoriana (AMWAE), el Consejo de Coordinación de la Nacionalidad Waorani de Ecuador – Pastaza (CONCONAWEP), la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE); así como, las organizaciones de derechos humanos que suscribimos esta alerta expresamos nuestra preocupación debido a la confirmación de un caso Covid-19 de una mujer waorani, de aproximadamente 21 años, que vive en la comunidad de Miwaguno, provincia de Orellana. Comunidad en la que el día de hoy ingresó un grupo del Ministerio de Salud Pública (MSP) para realizar acciones de verificación.
Este caso fue confirmado el jueves, 14 de mayo de 2020. Sin embargo, preocupa que, de acuerdo al permanente monitoreo de las autoridades políticas waorani, estamos frente a una posible propagación del virus en varias comunidades. Se han detectado a varios integrantes de la Nacionalidad con sintomatología asociada al COVID-19, específicamente, en las comunidades de Conipare y Gareno, en Napo; Miwaguno, en Orellana; y Toñampare, en Pastaza. Hasta la fecha, no se realizan pruebas diagnósticas para confirmar o descartar COVID-19, tampoco existe respuesta humanitaria, que aseguren que las personas y comunidades guarden aislamiento con garantías.
La Nacionalidad Waorani es un grupo de reciente contacto, aproximadamente, desde los años cincuenta. Por tanto, su memoria genética inmunológica es frágil y la propagación de este virus en su territorio localizado en tres provincias (Napo, Pastaza y Orellana) podría ser catastrófica y altamente letal. Los y las pikenani (abuelos de la Nacionalidad) no poseen defensas que les permita resistir y generar anti-cuerpos para combatir varias enfermedades, entre ellas este nuevo virus, al que incluso miles de personas mestizas e indígenas de mayor contacto con occidente no han podido sobrevivir. Una amenaza a la vida de los pikenanis es una amenaza a la cultura waorani, pues, en ellos y ellas, se encuentra la cultura viva, el gobierno, la cosmovisión, las tradiciones y el lenguaje de este pueblo.
La expansión de la pandemia en la nacionalidad waorani también pone en riesgo la supervivencia de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario. Estos clanes suelen acercarse a las comunidades waoranis, en ocasiones, toman objetos o recorren la zona, por lo que el riesgo de su contagio de COVID-19 está latente. Así también, estos pueblos no disponen ningún tipo de defensas frente a las enfermedades de la sociedad que les rodea.
Desde que se decretó la emergencia sanitaria por el COVID-19, esta misma Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos y otras organizaciones aliadas hemos advertido de manera reiterada al ejecutivo y a los COE Nacional y Provinciales sobre el riesgo de este virus para las poblaciones indígenas, que ya enfrentan situaciones de vulneración multidimensionales y sistemáticas. Las organizaciones indígenas, asimismo, se han comprometido públicamente en ser partícipes en las políticas para afrontar la pandemia, en participar, en una mesa técnica de alto nivel para crear protocolos, sin que este pedido haya sido tomado en cuenta.
Por otro lado, preocupa que en los cantones y provincias en donde hay presencia de la nacionalidad waorani ya se habla de cambios en la semaforización, entre ellas, los cantones de Arajuno y Aguarico. En estas zonas, inclusive, sus autoridades prevén reducir el nivel de riesgo implementando semáforo verde para sus actividades. Las discusiones del cambio de semaforización a nivel nacional no son distintas, las autoridades del gobierno nacional del Ecuador han hecho un llamado insistente a que la reactivación económica es un paso urgente a dar para recuperar las pérdidas económicas que ha sufrido nuestro país.
Ante la propuesta de los Gobiernos Autónomos Descentralizados de flexibilizar las medidas de movilidad manifestamos que los pueblos y nacionalidades de la Amazonía son doblemente vulnerables y, por tanto, deben ser protegidos ante la amenaza real del COVID-19. Insistimos en que estas decisiones no han sido concertadas y tampoco socializadas con las y los ciudadanos, mucho menos con las autoridades de la nacionalidad waorani.
Enfatizamos que esta circunstancia pone en grave riesgo la pervivencia física y cultural de varios pueblos milenarios. Igualmente, estas decisiones tan sólo ahondan en inobservancias, mucho más cuando en estas últimas semanas se han confirmado varios casos dentro de poblaciones indígenas. Sin que esto haya derivado en atención integral a estas poblaciones.
Es importante recordar la advertencia emitida por la Organización Mundial de la Salud referente a que el levantamiento prematuro del confinamiento podría generar un rebrote de contagios con efectos mortales para la población, considerando que, al momento, no existen en los cantones servicios de salud preparados para enfrentar los casos graves ni suficientes camas de terapia intensiva a nivel nacional. Esto significa que, al momento, pocos casos podrían representar una catástrofe con consecuencias fatales. Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, ha sido enfática al respecto advirtiendo que “si la reapertura de las sociedades se maneja mal, los sacrificios hechos durante el cierre inicial habrán sido en vano. Dejar que la política o la economía dirijan la respuesta de COVID19 a expensas de la salud y los Derechos Humanos costará vidas”.
Al ser los GAD responsables de garantizar el ejercicio de derechos, la toma de decisiones debe ajustarse a criterios técnicos que representan las condiciones reales del territorio; de lo contrario, la autoridad estaría poniendo en riesgo la salud y la vida de las comunidades locales que al momento sufren varias vulneraciones de derechos.
Recordamos que, dentro de los COE cantonales, la función de la instancia desconcentrada del MSP, en una emergencia de salud, es brindar las orientaciones técnicas que permitan gestionar la crisis de forma integral. No sólo en la mesa técnica 2 (salud, por ser competencia exclusiva del gobierno central), sino en todos los aspectos de la crisis, porque la salud es un derecho que exige la realización de otros derechos.
En ese sentido, llamamos a las autoridades seccionales a que la transición a efectuarse debería conllevar la adopción e implementación de medidas adecuadamente planificadas con los distintos niveles de gobierno, incluyendo a las autoridades políticas de la Nacionalidad, con el fin de desarrollar planes de respuesta tanto para mitigar los riesgos actuales de la pandemia como para enfrentar un eventual rebrote. Es crucial que el sistema de salud cuente con suficiente capacidad instalada, recursos humanos, insumos y demás medios ante un eventual incremento de los contagios derivado de un potencial levantamiento del confinamiento.
Así, le exigimos al gobierno ecuatoriano implementar atención urgente en salud, en tres niveles: prevención, contención y tratamiento para la población Waorani, considerando que ya existe contagio y sospecha de propagación en este territorio. Es elemental también considerar el contexto cultural del manejo de la pandemia, tales como el idioma y la ubicación geográfica, ya que las zonas en las que se encuentran varios miembros de la nacionalidad son puntos de difícil acceso. El Estado está obligado a garantizar el ingreso seguro, así como también la logística para las salidas que se presenten frente a posibles contagios y atención en casos de emergencia.
Reiteramos también en la necesidad de formalizar la participación de las autoridades políticas de la Nacionalidad Waorani en los COE, garantizando la protección y defensa de su derecho a la vida, a la salud y la alimentación.
A efectos de respuesta frente a los casos confirmados o los casos sospechosos, requerimos al Ministerio de Salud Pública y a los COE cantonales concernidos:
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En concertación con NAWE, AMWAE, CONCONAWEP, y a la brevedad posible, que los equipos del MSP ingresen a las comunidades en las que hay casos sospechosos, con el fin de realizar la búsqueda de personas con sintomatología asociada y brindar la atención que se requiere, según los protocolos que la misma nacionalidad ha elaborado.
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Realizar procesos de testeo con pruebas rápidas como mecanismo de tamizaje y con pruebas PCR para confirmación de casos.
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Establecer procesos de cerco epidemiológico y aislamiento con garantías humanitarias de acceso a alimentación y a elementos de bioseguridad, que guarden pertinencia cultural.
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Mantener la semaforización en ROJO en todos los cantones donde se encuentren comunidades de la Nacionalidad Waorani.
Datos de Contacto:
- Gilberto Nenquimo, Presidente de NAWE – +593 997136419
- Nemonte Nenquimo, Presidenta CONCONAWEP – +593 979709411
- Oswaldo Nenquimo, Vocero Resistencia Waorani – +593 967454032
- María Espinosa, Defensora DDHH, Asesora de la Nacionalidad – +593986338495 (sólo whatsapp)