Comunidad Siekopai San Pablo de Katëtsiaya, Parroquia San Roque, cantón Shushufindi, Sucumbíos – 31 de mayo de 2023 –
El pasado martes, 30 de mayo de 2023 tuvo lugar la audiencia de apelación a la sentencia de primera instancia, por la recuperación de nuestro territorio ancestral Pë’këya. En esta ocasión los jueces de la Corte Provincial de Sucumbíos: Wilmer Henry Suárez Jácome, juez ponente del caso; Juan Salazar Almeida y Carlos Moreno Oliva llegaron ingresaron al territorio Siekopai acompañados por nuestra guardia indígena Wajosa’ra, hasta la comunidad de San Pablo de Katëtsiaya donde se desarrolló la audiencia.
Una vez instalada la audiencia los abuelos y autoridades tradicionales de la Nación Siekopai brindaron Yokó, armonizaron el espacio y dieron la bienvenida a los jueces pintando sus rostros con símbolos tradicionales de la cultura Siekopai. De esta manera, ejercimos nuestro derecho a la autonomía y autogobierno en un contexto de audiencia judicial, en diálogo con el poder judicial.
Al espacio techado de San Pablo se dieron cita alrededor de 300 personas de la nacionalidad Siekopai y de otros pueblos indígenas que nos acompañaron, como la guardia A’i Cofán de Sinangoe, una delegación con autoridades de la Organización Waorani de Pastaza y de la nacionalidad Siona, de la comunidad Buenavista, también nos acompañó Nanki Tuntiak, dirigente de territorio de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana – CONFENIAE. Organizaciones de la sociedad civil como Amazon Frontlines, Alianza Ceibo, la Unión de Afecados por Texaco – UDAPT, defensores y defensora de derechos humanos y expertos quienes asistieron como parte de nuestra defensa técnica y amicus.
La ausencia física del Estado ecuatoriano fue simbolizada con una mesa vacía con sus respectivos vocativos. El Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica – MAATE y la Procuraduría General del Estado – PGE, se excusaron a última hora de viajar hasta la comunidad, argumentando falta de recursos económicos y solicitaron comparecer de forma telemática. No es la primera vez que brilla la ausencia del Estado, dejando en claro una vez más, la nula voluntad de promover un diálogo intercultural con nosotros como pueblo indígena. Esta era la oportunidad de las autoridades del MAATE y de la PGE de sentarse a escuchar y dialogar, lejos de eso mantuvieron, junto a la Presidencia de la República que se ha presentado en todo el proceso como tercera interesada, la misma actitud hostil, xenófoba y racista que tuvieron durante las audiencias de primera instancia.
En la audiencia comparecieron las y los niños accionantes quienes hicieron una representación del retorno a Pë’këya en canoa, abuelas y abuelos, invocamos la memoria de nuestro sabio Cesáreo Piaguaje, quien luchó hasta su muerte para regresar y que nos acompañó en esta audiencia en espíritu, ya también honramos la memoria de todos aquellos abuelos y abuelas que murieron sin poder regresar a Siekopai.
“No estamos pidiendo tierras, sino la garantía para seguir viviendo como Siekopai, estamos luchando por el espacio que nos permita hacerlo. Si no regresamos perdemos nuestra identidad, si nuestros abuelos fallecen perdemos la conexión. No los hemos pedido desde ahora, sino desde hace muchos años atrás. Queremos que ustedes [jueces] revean la decisión, no queremos seguir desgastándonos, ustedes tienen la oportunidad de escribir una nueva página en la historia Siekopai. No queremos seguir con más dilataciones en este proceso. El ministerio debe buscar ese reencuentro ese perdón y ojalá pida disculpas. No queremos conflictos, queremos regresar a nuestra casa grande”. Yadira Ocoguaje, mujer Siekopai, nieta de Cesáreo Piaguaje
Nuestra defensa técnica argumentó sobre las inconsistencias de la sentencia de primera instancia, donde el juez Víctor Hugo Garófalo, negó que el MAATE vulneró nuestros derechos al firmar convenios inconsultos y generando un conflicto con otras comunidades indígenas, que además puso en las manos de la Nación Siekopai realizar una consulta previa, lo cual es obligación del Estado ecuatoriano y el uso de normativa no vigente para motivar su sentencia, entre otras. También se sostuvo la necesidad de ponderar derechos, sobre todo cuando se trata de una población indígena en riesgo, con una población de apenas 823 personas, y que, sin nuestro territorio, centro de nuestra cultura, podemos seguir existiendo como personas, pero no como Siekopai.
Las y los amicus curiantes fueron contundentes en señalar la vulneración del Estado ecuatoriano hacia nosotros, la clara diferencia entre convenios de uso y manejo y la titulación del territorio ancestral, el vínculo íntimo de los pueblos indígenas con nuestros territorios y los derechos, que enmarcados tanto en la constitución, como en instrumentos internacionales que además son vinculantes, y por lo tanto generan obligación al Estado ecuatoriano de respetarlo.
Finalizamos la audiencia con la esperanza de que los amplios criterios presentados hayan calado en los jueces de la Corte Provincial, quienes tuvieron la voluntad de llegar hasta San Pablo. Lo que está en juego en la revisión de la sentencia de primera instancia no es un título de tierra, es el derecho al territorio y la posibilidad de que nuestra cultura prospere y no desaparezca.