El resultado del referendo protege permanentemente uno de los lugares más biodiversos del mundo, lo que marca una victoria fundamental para los derechos indígenas, la conservación de la selva y del clima global.

 

Puyo, Ecuador, 21 de agosto de 2023 – El domingo 20 de agosto de 2023, en un referendo histórico celebrado durante la primera vuelta de las elecciones presidenciales, los ciudadanos ecuatorianos votaron masivamente a favor de mantener más de 726 millones de barriles de petróleo en el subsuelo del Parque Nacional Yasuní, en lo profundo del norte de la selva Amazónica, una de las regiones más biodiversas del planeta y el hogar de dos de las últimas comunidades indígenas en el mundo que aún viven en aislamiento voluntario.

En un momento en el que la crisis climática se intensifica alrededor del mundo y la selva Amazónica se acerca rápidamente a un punto crítico irreversible, el referendo sienta un precedente global para la democratización de la política climática. Casi el 60% de la población votó para detener la extracción de petróleo, lo que convierte al Ecuador en el primer país del mundo en determinar los límites de extracción de recursos a través de un referéndum, dejando la decisión sobre el destino de la selva del Yasuní en las manos de los ciudadanos, y no en las de políticos o corporaciones.

La sentencia obligatoria pone un veto permanente sobre la perforación petrolera en el proyecto Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT), localizado en el borde oriental del Parque Nacional Yasuní, donde 12 plataformas petroleras y 225 pozos producen actualmente más de 57.000 barriles de crudo por día, aproximadamente el 12% de la producción petrolera del Ecuador. La compañía estatal Petroecuador queda bajo el requerimiento de suspender operaciones y desmantelar la infraestructura en el transcurso de un año. La decisión recae como un gran golpe a la industria de combustibles fósiles, el principal motor del cambio climático, que ha operado con impunidad y contaminando millones de hectáreas de territorios selváticos indígenas en el país durante más de medio siglo.

 La decisión del pueblo ecuatoriano de dejar el crudo bajo el subsuelo del Yasuní marca una victoria de enorme trascendencia para los derechos indígenas, la conservación de la selva y del clima. La decisión protege permanentemente 2.000 hectáreas de selva Amazónica y salvaguarda el territorio ancestral de los Waorani y de sus parientes, quienes viven en aislamiento voluntario: las comunidades Tagaeri y Taromenene. Al prohibir la extracción de petróleo en esta área de la Amazonía, también se evitará que 345 millones de toneladas de carbono se liberen a la atmósfera.

Los movimientos de base en el Ecuador se están posicionando cada vez más en la nación suramericana a la vanguardia de las soluciones climáticas y la resistencia global contra el extractivismo. Ecuador fue el primer país en el mundo en reconocer los derechos de la naturaleza en 2008. El referendo por el Yasuní también se edifica sobre la emblemática victoria del pueblo Waorani en 2019, que protegió más de 200.000 hectáreas de selva prístina de la extracción petrolera.  

El referendo es el resultado de más de una década de esfuerzo organizacional por parte de movimientos de base comunitarios y de una larga batalla legal. En mayo de este año, la Corte Constitucional autorizó que la votación fuera incluida en las urnas de las elecciones. En los meses previos a la votación, activistas indígenas y no indígenas y varias organizaciones lideraron los esfuerzos de campaña a través de movilizaciones, asambleas y medios digitales. Durante el mes pasado, la campaña ha conseguido llamar la atención mundial, con numerosas celebridades y activistas internacionales que se han pronunciado:  Leonardo DiCaprio, Mark Ruffalo, Greta Thunberg, Jada Pinkett Smith, Jason Momoa, Leonor Varela, Gael Garcia Bernal, entre otros.

Creado en 1979, el Parque Nacional Yasuní –un epicentro de biodiversidad localizado geográficamente en la intersección de los Andes, la Amazonía y la Línea Ecuatorial- es primordial para el bienestar del planeta entero. Desde que comenzó la perforación petrolera en 2016, bajo la administración del anterior presidente, Rafael Correa, más de 689 hectáreas de selva en el Yasuní han sido degradadas por esta industria, el equivalente a más de mil campos de fútbol. Adicionalmente, 23 derrames de petróleo han sido registrados en el ITT, así como una marcada expansión de la frontera agrícola y de la caza ilegal a partir de la construcción de nuevas carreteras. 

Mediante la eliminación de uno de los campos petroleros más significativos del país, el voto por el Yasuní también presenta un reto significativo para la economía petróleo-dependiente de Ecuador y acelera el debate acerca de la transición hacia un futuro libre de combustibles fósiles. La oposición pública a la extracción petrolera también empaña la reputación e imagen de la industria en esta nación, y puede desestimular nuevas inversiones.

En tanto las elecciones presidenciales se encaminan a la segunda vuelta en octubre próximo, el Ecuador enfrenta cambios monumentales. La próxima administración tendrá que confrontar una economía averiada, una pobreza creciente y una crisis de seguridad sin precedentes, causada por la violencia política y el crimen organizado. El veto a la extracción petrolera en el Yasuní puede llevar a que otros territorios indígenas ricos en reservas sean cada vez más sujetos a convertirse en blancos para que actividades ilegales como las de minería y explotación forestal, ya en alza en el país, se tornen aún más desenfrenadas.

En los meses por venir, las organizaciones de base y el movimiento indígena trabajarán para asegurar el cumplimiento de la sentencia y hacer uso del precedente para impulsar los esfuerzos por la protección permanente de la selva Amazónica y de los territorios indígenas que son cruciales para el clima, así como para abogar por una transición energética justa, que deje de lado la explotación de los combustibles fósiles.

Declaraciones de los líderes indígenas y defensores: 

Leonidas Iza Salazar, presidente de CONAIE

«El pueblo ecuatoriano ha puesto su granitoo de maíz para el mundo y, con esta victoria, ha encendido una chispa desde este territorio para que el mundo lo vea. Esta victoria demuestra que los seres humanos estamos actuando para salvar nuestro planeta en estos tiempos de crisis climática. Con este referéndum, hemos salvado el Yasuní, en el corazón de la selva amazónica, el hogar de los pueblos indígenas. Como ecuatorianos, estamos allanando el camino para crear soluciones a los problemas a los que nos enfrentamos como humanidad. Esperamos que otros países del mundo vean este triunfo y nuestro mensaje, para que otros ciudadanos también puedan ejercer sus derechos y usar la democracia directa para salvar la vida, salvar la selva, salvar la naturaleza y a nosotros mismos como humanos. Hacemos un llamamiento a otros países para que se unan, todos debemos unirnos para salvaguardar la vida humana y nuestra Madre Tierra, ¡es el único hogar que tenemos!».

Pedro Bermeo, Socio Fundador de Yasunidos:

«El resultado de este referéndum es una victoria para todos los ecuatorianos. Nos demuestra que el mayor consenso nacional en este momento está en la defensa de la naturaleza, en la defensa de los pueblos y nacionalidades indígenas, en la defensa de la vida. La mayoría de la sociedad ecuatoriana cree que el Yasuní, el lugar más biodiverso del planeta, debe ser protegido, que los millones de animales que viven en este espacio sagrado deben ser protegidos, y que la vida y los derechos de los pueblos indígenas, incluidas las comunidades que viven en aislamiento voluntario, deben ser respetados. La lucha no ha terminado, aunque los políticos nos separen, la naturaleza nos une, y trabajaremos juntos para garantizar que el gobierno cumpla la voluntad del pueblo ecuatoriano».

Nemonte Nenquimo, líder Waorani y ganadora del Premio Goldman: 

«¡Hoy es un día histórico! Como mujer y madre Waorani, me siento muy feliz por la rotunda decisión de los ecuatorianos de detener las prospecciones petrolíferas en la tierra sagrada de mi pueblo. ¡Por fin vamos a botar a las petroleras de nuestro territorio! Es una gran victoria para todos los pueblos indígenas, para los animales, las plantas, los espíritus de la selva y nuestro clima. Sé que nuestros antepasados, que cuidaron del bosque durante miles de años, también se están alegrando, han estado hablando a través de nosotros durante esta lucha. El Yasuní da vida a nuestro mundo, y la sociedad ecuatoriana por fin se ha dado cuenta de ello y ha votado a favor de proteger el bosque y respetar la naturaleza. ¡Por fin han escuchado nuestras voces como pueblos indígenas! Hemos vivido las consecuencias de más de medio siglo de explotación petrolera, no ha traído ningún desarrollo, solo ha destruido la naturaleza, nuestros territorios, nuestras culturas. Ahora la gente se está dando cuenta de que las crisis a las que nos enfrentamos no se van a resolver explotando más petróleo. Se trata de respetar a la Madre Tierra y de unirnos para crear un mundo mejor para nuestros hijos, para las generaciones futuras. Ecuador está demostrando a otros países que otro mundo es posible».

Recursos adicionales (en inglés): 

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