CONDOLENCIA

Territorio transfronterizo Ziobain. 14 de abril 2020 – Con profunda tristeza, desde el Resguardo Siona de Buenavista y la Comunidad Ancestral de Sionas – Kichwas de San José de Wisuya informamos que nuestra Mayora, Rosa Yaiguaje, falleció a pocos días de haber cumplido 84 años. Con su partida, la Nacionalidad transfronteriza Ziobain pierde no sólo una de sus guías, sino también a una de las últimas memorias de la cultura siona.

Durante su vida, acompañó la lucha por la pervivencia de este Pueblo; conocía y amaba su territorio. En conjunto con los demás Taitas y las Mayoras, iba al frente de la organización por la defensa del territorio. Ella era la oralidad viva que caminaba y revitalizaba este proceso. Lamentablemente, partió sin gozar de un territorio completamente limpio de explotación petrolera y la consecuente contaminación; y sin poder ver a su Pueblo libre del hostigamiento por parte de las petroleras Amerisur PLC y Petroamazonas EP y de la intimidación y amenazas de los grupos armados.

Ella se fue sin ver en el territorio un hecho distinto al absoluto abandono estatal de los gobiernos colombiano y ecuatoriano. No pudo presenciar la aplicación de las medidas cautelares de la CIDH en la zona colombiana; mientras del lado ecuatoriano, no encontró ni siquiera el reconocimiento formal del riesgo de extinción física y cultural de su Pueblo, mucho menos las medidas necesarias para su protección.

Así mismo, no pudo presenciar la construcción de las Casas de Pensamiento para que niños, niñas y jóvenes sionas puedan seguir el camino de los Taitas y Mayoras. Su palabra se apagó sin poder compartirnos más historias y cuentos siona; sin poder enseñarnos el idioma que poco a poco se va diluyendo entre nosotras y nosotros.

Nuestra Mayora Rosita nos dejó en un momento cada vez más complejo para quienes habitamos el Putumayo; un momento en el que el paramilitarismo y otros grupos irregulares armados asesinan a diario a nuestros hermanos dirigentes sociales de otros pueblos. Sin embargo, su imagen se junta a la de nuestros Taitas y Mayoras que han trascendido, y estamos seguros que seguirá siendo una referencia importante para nuestra lucha, que es la lucha por la pervivencia del Pueblo Ziobain.

Que la muerte de la Mayora Rosita suponga el reconocimiento estatal del riesgo al que se enfrenta nuestro Pueblo. Las voces, las memorias de Taitas y Mayoras se están perdiendo en medio de omisión, de silencio e inacción.

Finalmente, decimos en su honor:

No quiero
Que mis muertos descansen en paz
Tienen la obligación
De estar presentes
Vivientes en cada flor que me robo
A escondidas
Al filo de la medianoche
Cuando los vivos al borde del insomnio
Juegan a los dados
Y enhebran su amargura.

Los conmino a estar presentes
En cada pensamiento que desvelo

No quiero que los míos
Se me olviden bajo tierra
Los que allí los acostaron
No resolvieron la eternidad

No quiero
Que mis muertos me los hundan
Me los ignoren
Me los hagan olvidar
Aquí o allá
En cualquier hemisferio

Los obligo a mis muertos
En su día
Los descubro, los trasplanto
Los desnudo
Los llevo a la superficie
A flor de tierra
Donde está esperándolos
El nido de la acústica.

DOS DE NOVIEMBRE
Stella Díaz Varín, La Colorina

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