A pesar del miedo que de niño les tenía a los cowori (persona no Waorani), Gaba Guiquita acudía a la escuelita de su comunidad Kenaweno, donde una profesora – cowori – impartía con lo poco que tenía a la mano, las clásicas asignaturas escolares en español. Gaba y sus compañeros solo hablaban wao tededo, así que no entendían lo que su profesora trataba de enseñar, pero debían aprender si no querían ser castigados con un reglazo. 

Con mucho esfuerzo propio y de su familia, Gaba concluyó el bachillerato, y tiempo después fue contratado por el Ministerio de Educación como maestro para la escuelita de su comunidad donde trabajó hasta 2013. Su experiencia le permitió conocer las dificultades y necesidades de la educación en el territorio.

Gaba Guiquita es el actual dirigente de educación de la Organización Waorani de Pastaza – OWAP – y desde esa posición trabaja en la construcción de una propuesta de educación propia. Sueña con que este proceso sea un factor de cohesión social para las comunidades Waorani de Pastaza y con que las niñas, los niños y jóvenes Waorani, lleguen a los más altos niveles de educación. En esta entrevista, Gaba nos cuenta qué se está construyendo y por qué es tan importante.

Huertos como parte del proceso de educación propia en comunidades Waorani de Pastaza. Foto: Mateo Barriga

¿Cómo fue su experiencia como profesor de su escuelita en Kenaweno?

Debo decir la verdad, un bachiller no tiene capacidad para trabajar con los estudiantes, lo he sentido. Yo no sabía cómo planificar, cómo hacer las guías, ni siquiera sabía del MOSEIB – Modelo del Sistema de Educación Intercultural Bilingüe, que es el instrumento de implementación en territorios -. Yo iba planificando y trabajando de lo que le ví a la profesora que me enseñó en mi infancia.

En mi primer año como profesor recibí en total cinco capacitaciones: dos en territorio, otras dos en ciudad de Puyo y una más en Macas, Morona Santiago, gestionadas por nuestra propia organización. Salir del territorio para las capacitaciones era muy difícil, se debe tomar el vuelo o en canoa, y nosotros mismo teníamos que gastar, en el vuelo en este tiempo costaba como 200 dólares, y mi sueldo era de apenas 150 dólares.

Aprendí mucho en los talleres, los compañeros profesores más experimentados, algunos de ellos ya finados, nos enseñaron muchísimo. Yo tenía miedo de hablar en público y ahí aprendí a hacerlo, aprendí cómo planificar.

La selva como lugar de estudio es parte de la propuesta de educación propia waorani. Foto: Mateo Barriga

¿Cómo surgió la propuesta de educación propia en las comunidades waorani de la provincia de Pastaza?

La educación propia nació desde el territorio en 2019 con 176 representantes o delegados y presidentes de las comunidades y con la OWAP, es de las bases que sale esta propuesta.

¿Cuáles son las principales enseñanzas que propone la educación propia Waorani?

El primer camino de la educación propia es el territorio, sin territorio no puede funcionar, debe haber bosques sanos, cascadas sanas, cantos de los pikenani, formas de vivir de pikenani, forma de vivir de los jóvenes, de los niños. Debe ser en nuestro idioma, eso es muy importante, donde quieran que un Waorani esté, debe hablar su propia lengua y en caso un Waorani no habla en su propio idioma, entonces significa que ella pierde su propia cultura viva.

Debe aprender de las plantas medicinales, si un pikenani muere, no vamos a saber lo que ellos saben porque pikenani son como nuestros profesores, como nuestros científicos que tienen mucho conocimiento y visión, además sería como recibir ciencias naturales. Entonces un estudiante debe ir con los pikenani a ver las plantas, luego debe sembrar en la huerta escolar e ir poniendo su nombre en idioma Wao Tededo, español y también nombre científico. El niño debe ir aprendiendo cuáles son plantas para fiebre, para calentura, para diarrea y también deben aprender los cowori. Son dos mundos que debemos seguir avanzando y construyendo. Y ya estamos trabajando muy bien y avanzando con las huerta escolares

Una clase en uno de los proyectos piloto que la OWAP implementa como parte de su proceso de educación propia. Foto: Mateo Barriga

Ustedes están construyendo su propia malla curricular, ¿cómo ha sido ese proceso de construcción?

Nosotros venimos trabajando para hacer nuestra malla curricular basada en el MOSEIB –  es nuestra biblia – . Hacer una malla curricular es muy trabajoso, muy fuerte. Hemos hecho varios recorridos en cada comunidad como Daipare, Kenaweno, Nemompare y ahora con Tepapare, Teweno y Gomataon para tener por primera vez una malla curricular que esté adaptada a dos lenguas es decir, wao tededo y español. De esa manera, un estudiante debe compartir las experiencias de uno a cowori, y el cowori debe compartir su experiencia a los Waorani.

Hay muchos jóvenes que en sus publicaciones de Facebook han escrito: “educación es en vano”,. ¡No es así!. Por eso queremos que se haga realidad esa malla curricular y queremos que nos aprueben en el Ministerio de Educación, queremos replicarla en cada comunidad para que los docentes puedan trabajar tranquilamente con esas guías, que los niños, jóvenes, profesores sepan que sí tenemos una educación propia para poder ser autónomos, tener autodeterminación.

¿Cómo ha avanzado la aplicación de la propuesta de educación propia?¿Está aprobada por el Ministerio de Educación?

A la ministra de Educación y al subsecretario se les entregó información para que ellos mismos den cuenta de qué está pasando en territorio región amazónica, falta de partidas para los profesores, capacitación y también le hablamos de educación propia, después de eso no hemos recibido ni una notificación. Estamos construyendo la malla para que una vez que esté lista, presentarla y que nos apruebe.

Mientras tanto, hemos realizado capacitaciones en varias comunidades, ahora tenemos equipos propios de voluntariado Wao, tenemos el proceso de Daipare donde hay un aula Montessori donde los niños aprenden, hacen dinámicas, cantan, ríen, caminan siempre, hay un pikenani que también enseña al profesor cowori y cowori igual nos comparte, tenemos muchos materiales de su propio medio y también del mundo occidental, entonces maneja las dos partes.

Para el fin de semana, un pikanani siempre tiene planificado trabajar con artesanía para enseñar cómo tejer chambira, cómo elaborar lanza, cómo pintar los colores, cómo danzar y cuentan historias, leyendas, mitos. ¡Eso queremos para que no termine la cultura Waorani!. 

Hemos evaluado entre los consejos de gobierno, la comunidad, estudiantes y equipos jóvenes pedagogos que apoyan y hemos visto que de verdad estamos y fortaleciendo el mejor camino. 

Siempre he dicho que la OWAP está dispuesta a soñar. Hoy en día tenemos como seis estudiantes universitarios waorani, yo siempre les digo, ustedes van a estudiar, obtener sus cartones y deben volver a liderar la organización y ser los mejores ejemplos para otras comunidades, si nosotros unimos a todas las comunidades estaremos perfectos, y con el tiempo para las futuras generaciones, tal vez tener universidad en el territorio.

¿Cuáles son los principales desafíos que tienen como organización para implementar la educación propia en las comunidades?

Primero la validación, ese es mi primer punto importante, que se valide la malla curricular y después quiero hacer como una asamblea a todos pikenani juntos a los profesores y con los niños para hacer una gran celebración. Con esa validación podemos comenzar a replicar en las comunidades, asesorar al profesor y a la comunidad para que estén en el mismo camino.Deben estar siempre el docente con el Comité del Padre familia, el padre familia debe velar al profesor, al presidente de la comunidad, deben estar la unidad, siempre en la unidad podemos mejorar, si están separados educación propia no funciona.

Una clase en uno de los proyectos piloto que la OWAP implementa como parte de su proceso de educación propia. Foto: Mateo Barriga

¿Cómo se vincula este proceso de educación propia con la defensa del territorio?

Si los estudiantes no conocen el territorio no pueden ser defensores. Hace años cuando fuimos estudiantes de la escuela y en el colegio, nos daban el mapa del mundo, los continentes y países. El estudiante y el profesor deben aprender primero el mapa de las comunidades.

Nosotros estamos trabajando en unidad: dirigente de territorio, de soberanía y de educación para elaborar estas propuestas. El dirigente de territorio sabe muy bien cuántos comunidades Waoranis de Pastaza existen, cuántos habitantes y cuántos docentes, dónde hay zonas en peligro de minería, donde hay zonas más casería, entonces todo eso estamos trabajando en los mapas para poder replicar a otras comunidades para que el estudiante o profesor cowori puedan aprender.

Debemos seguir luchando, si no luchamos y defendemos nuestro territorio, van a venir a terminarlo. Los pikenani tienen razón, no debemos obedecer a los mineros ni a los petroleros porque nosotros sí le hemos ganado al Estado ecuatoriano, nosotros debemos seguir trabajando en la unidad.

Como dirigente estoy muy orgulloso de caminar en varias comunidades, conocer y compartir los procesos con hermanos de países vecinos como Colombia, algunos pedagogos, nos hemos escuchado, compartimos esta lucha con los hermanos Cofán, Siekopai y Siona. Cuando deje de ser dirigente ojalá, si Dios permite, puedo seguir siendo asesor porque yo quiero seguir impulsando la educación propia.